Un Adios, ¿el adios?

A veces el adiós es una buena palabra, es a veces de cambio a mejor, otras es definitiva, nunca se sabe cuando adios evoluciona o cambia a un hasta luego o hasta pronto.
Pocas veces he tenido que decir adios, no negaré que me da repelús el significado puro que me da, no volver a ver y/o saber de esa persona.
Ahora me encuentro en un momento que tengo que decir adiós, pero sólo espero que sea...hasta dentro de una breve temporada o como decía Nelson en los Simpson —hasta que nos olamos!


Las otras veces que dije adiós, tuve la suerte de enterarme que todo le fue bien, o si no me enteré de esa persona supongo que le irá bien, y deseo que vaya bien.
Por eso te deseo felicidad como me la has brindado en este tiempo, incluso con esos humedos y calientes despertares, esos paseos de mañana aún yo dormitado aunque despierto, esos juegos de morder de forma bruta, esa diversión asegurada a tu lado.




Una entrada de un blog de Internet leí lo siguiente:

El olvido también es una forma de decirnos adiós, significa que ya no estamos en la vida de quienes se alejaron de nosotras; perder así a la persona que se ama es algo fuerte, es como que caminásemos por cuartos oscuros y no encontrásemos luz que nos ayude a salir de la soledad.

Así pues...nunca olvidaré! y te veré!