En una zona remota de Tanzania, África, han encontrado un nuevo tipo de serpiente venenosa, una serpiente negra y amarilla de 60cm de longitud. De nombre Matilda tiene como característica, antes que su color, unas protuberancias en la cabeza, como una cresta o cuernos.
La hubicación exacta del descubrimiento de Matilda se guarda como un secreto para preservarla, ya que esta puede ser un gran interés para coleccionistas de especies únicas y extrañas.
Continuando con el estudio hecho por los científicos (Michele Menegon, Tim Davenport y Kim Howel) estimas en poco kilometros cuadrados su hábitat, al estar ya muy degradado por la tala forestal a la que África es sometida.
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