domingo, 9 de octubre de 2011

La flor marchita

La flor Marchita

Hacía ya tiempo que no escribíamos en el Antídoto un poco de nuestra historia, nuestros pensamiento, en sí, hacía tiempo que no nos "abríamos" a vosotros. Hoy me apetece.

Una flor sobre su tumba se marchita, una lágima por los difuntos se evapora, una oración por su alma la recoge Dios. (San Agustín)

Aparentemente puede ser una frase sin snetido, un conjunto de palabras bien alineadas que dan color y forma a la frase pero, para mí, es la unión de la expresión de sentimiento y vida que da forma intensa a lo que soy y lo que fuí.

Sentimientos hacia lo vivos y lo muertos, hacia lo que amé y amo, lo que perdí y encuentro.
Vida por sentir con ello que aún tengo vida por delante con la que aprender a valorar lo que me codea y rodea, entender lo inentendible y admirar lo bello.

Hace tiempo que no sentía el agobio de recordar y pensar, actos que últimamente están muy a la órden del día en mi mente, no por ello malo, pero si desconcertante. Siempre he preferido ser el tipo de persona que no piensa, solo actua por instinto y dejándome llevar en todo momento por las situaciones, pero hay veces, como la temporada que me ataca, que hay que parar, sentar y meditar. Llegas a encontrar recuerdos que te hacen ser pequeño, pero al abrigarlos a tu corazón, te engrandece. Mi tiempo no acaba hasta que yo pongo el punto y final.

Os invito a que paréis, penséis en vosotros mismo y recordéis la frlor marchita de vuestra vida, que hacíendoos pequeños, os hará, en su tristeza, felices.

No hay comentarios:

Publicar un comentario