
Si estos consejillos no te convencen demasiado y estás buscando otros medios para prescindir del lacito en el dedo o los dichosos post it que inundan tu monitor, a continuación encontrarás diez de las fórmulas más recomendadas por los expertos para enriquecer tu memoria.

Es de sobra conocido que recordamos mucho mejor las cosas que nos interesan que aquellas que nos resultan aburridas. Esa es la razón por la que muchos futboleros se saben los nombres de toda la plantilla de su equipo de fútbol pero no son capaces de recordar cuándo es el cumpleaños de su suegra. Hay que adoptar un interés activo por aquello que queremos recordar, para lo que resulta recomendable hacernos preguntas sobre el tema: ¿cae en Navidades o en primavera?, ¿coincide con algún día festivo?, ¿cuántos siglos cumple?
2. Repetir cosas
El viejo método de repetir mentalmente o en voz alta las cosas para recordarlas ofrece buenos resultados para la memoria a corto plazo. Es decir, lo de repetir una y otra vez fechas, nombres o cualquier tipo de dato, como se hace al estudiar, es sólo válido para recordarlas durante un corto período de tiempo (el examen de mañana), no para retenerlos en la llamada memoria a largo plazo. Un truco para memorizar números consiste en hacer pequeños grupos de dos o tres cifras, algo bastante utilizado en publicidad que aumenta su efectividad si además lo acompañas con una melodía pegadiza (¿o acaso se te ha olvidado ya el teléfono de CCC, 902 20 21 22?).

3. Formarse una imagen mental
Otra forma de facilitar a tu cerebro la tarea de recordar algo es asociar una imagen con eso que quieres memorizar. Crea una imagen mental y, cuanto más absurda sea, más fácil le resultará a tu cerebro evocar la palabra asociada a ella. Por ejemplo, si deseas recordar cómo se dice piedad en inglés, puedes relacionar esa palabra con un cigarrillo, de manera que al recrear mentalmente la imagen de un pitillo, te vendrá a la memoria el término que buscas: pity.
4. Inventar una historia
Para recordar listas largas de términos, puedes inventar una historia en la que aparezcan todas las palabras que tenemos que memorizar relacionadas entre sí. Algo parecido a lo que hace el chico de ese viejo chiste en que la profesora le pregunta cómo se llamaban las carabelas con las que partió Colón en su viaje a las Indias, y el chaval, que en ese momento ve pasar por el pasillo a la chica guapa del cole, responde: "¡Santa María, qué pinta tiene la niña!".

5. Organizar las ideas
Cuando descubras nuevos datos sobre un tema que ya conoces, te resultará más fácil comprenderlos y memorizarlos si mantienes una organización lógica y sistemática de lo que sabías previamente. Para ello, cuando te pongas a estudiar, es buena idea elaborar esquemas y dibujos que distribuyan las informaciones de forma clara y ordenada.
6. Practicar meditación
Según una investigación dirigida por la psicóloga de Massachusetts Sara Lazar, la práctica diaria de la meditación fortalece las áreas de la corteza cerebral responsables de la toma de decisiones, la atención y la memoria. Así que ya sabes, una barrita de incienso, un pijama cómodo y un disco de los monjes budistas y a fortalecer tus neuronas.
7. Adoptar una dieta inteligente
Los científicos han descubierto que pescados de carnes grasas, como el atún, el salmón y la caballa o el aceite de oliva son buenos para reforzar la memoria. La vitaminas C, E (presentes en las naranjas, las fresas y las uvas) y la B (presentes en la carne magra y en la verdura) así como los huevos y algunos frutos secos son también recomendables.

En situaciones de estrés, la memoria se puede bloquear: si se le exige demasiado, la carga de tensión paraliza el aparato psíquico y, con ello, todo pensamiento y recuerdo. Es lo que a veces se experimenta al tener delante una hoja de examen. El estrés también afecta en el campo de la química: cuando una persona se encuentra en un momento estresante, el cuerpo libera una serie de hormonas que pueden interferir con la amígdala basolateral y el hipocampo, órganos encargados de regular el funcionamiento de la memoria.
9. Hacer ejercicio físico
Aunque no exactamente en este sentido, ya lo decía el poeta romano Juvenal: "Mens sana in corpore sano". Hacer deporte es bueno para adelgazar y evitar los infartos, pero también para mejorar tu memoria, y la razón es bastante simple: al hacer ejercicio, aumentas la frecuencia cardiaca y, de ese modo, llega más oxígeno al cerebro y éste puede trabajar mejor. Otro truco para conseguir esto es tomar café y, según los expertos, masticar chicle, pues de ese modo aumentan los niveles de hemoglobina (la proteína encargada de transportar el oxígeno) y se consigue el mismo efecto.
10. Hacer ejercicio mental
Al igual que la forma física, si no entrenas tus facultades mentales éstas van disminuyendo con el paso del tiempo y, con ello, también la memoria. Por ello, es muy recomendable leer habitualmente, aprender un nuevo idioma, tocar un instrumento musical o practicar pasatiempos como el Sudoku o los crucigramas. Todas estas actividades mejoran el funcionamiento fisiológico del cerebro y mantienen fresca la memoria.

Después de todo esto no tienes excusa para no fortalecer tus neuronas y, cuando te olvides de algo importante, tendrás que renunciar a lo de "es que tengo muy mala memoria" porque, en ese caso, no será un problema de cabeza sino más bien de vagancia.
EXTRAIDO DE http://elalquimistaloco.blogspot.com/2007/12/diez-trucos-para-mejorar-tu-memoria.html
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